​Beneficios para la memoria​
“Los estudiantes que mastican chicle siguen mejor las clases.”​

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De esto no sólo está convencido el Dr. Siegfried Lehrl, presidente de la Sociedad para el Entrenamiento Cerebral e investigador de la Universidad de Erlangen. Según el médico especialista en neurología, el Prof. Martin Korte de la Universidad Técnica de Braunschweig, casi el 50% de los participantes de las investigaciones se podían concentrar mejor mientras masticaban chicle. Uno de los estudios más completos sobre la relación entre masticar chicle y la capacidad cerebral fue realizado por un grupo de investigadores ingleses en el año 2002. Los participantes se dividieron en tres grupos iguales y se les pidió que durante las pruebas de memoria y atención masticaran chicle, simularan los movimientos de masticación o que no moviesen la mandíbula.

Los resultados demostraron que el grupo que masticaba chicle presentaba una capacidad de memoria hasta un 35% mejor. “La capacidad de memoria mejoraba claramente cuando se masticaba chicle. Los participantes podían recordar más palabras y tenían una mejor puntuación en los test de memoria de trabajo”, comenta el Prof. Andrew Scholey de la Universidad Northumbria en Newcastle, uno de los colaboradores del estudio.

Los investigadores suponen que el efecto positivo de la masticación sobre la atención y la capacidad de concentración se puede atribuir a un aumento del riego sanguíneo del cerebro. “Gracias a un mejor riego sanguíneo, especialmente del lóbulo frontal, se puede influir positivamente sobre la capacidad de concentración, y por lo tanto, también sobre los procesos de aprendizaje”, explica el Prof. Korte. “La mayoría de las personas creen que tienen mala memoria. Sin embargo, muchas veces lo que pasa es que no han memorizado aquello que querían aprender estando concentrados. Precisamente eso es lo que parece estimularse al masticar chicle.”

En otros estudios científicos se demostró que los estudiantes que masticaban chicle tenían mejores notas en matemáticas. “Los que masticaban chicle necesitaban menos pausas, podían estar más tiempo sentados y en general estaban más atentos” resume el Dr. Craig Johnston, director del estudio en el centro de investigaciones de alimentación infantil del Baylor College of Medicine en Houston, Texas.
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La investigación de las ventajas de masticar chicle en este ámbito todavía se encuentra en sus primeras fases de desarrollo. Se realizarán más estudios para obtener información más detallada sobre el efecto positivo de masticar chicle sobre la atención y la capacidad de concentración.