




Emocional
Chicles con

Bienestar




Estrés y tensión
Las encuestas dan cuenta de la presencia generalizada de la sensación de estrés en la sociedad de hoy, alrededor de ocho de cada diez personas perciben su vida como estresante, y uno de cada tres se encuentra bajo tensión continua. No obstante, cada persona percibe las pequeñas tensiones del día a día de forma diferente y utiliza diferentes medios para lidiar con ellas. Los chicles con esencias de Bach nos pueden ayudar a permanecer tranquilos ante pequeñas situaciones de estrés.
Agobios por falta de tiempo, horarios de trabajo inflexibles y relaciones de trabajo inseguras, demuestran que el trabajo es el principal factor de estrés en la sociedad actual. Sin embargo no sólo agobia el trabajo, existen momentos de estrés continuamente: las prisas del día a día, enfados con amigos o preocupaciones económicas. Sin embargo, el efecto que tiene el estrés sobre el organismo depende de cada persona. Existen diferencias respecto a la tolerancia individual al estrés y al manejo del estrés, cada persona desarrolla diferentes métodos para vencer éste.

ESTUDIOS
En muchos casos masticar chicle puede ayudar a tolerar mejor las situaciones de estrés cotidianas y la presión del día a día. “Parece que los chicles ayudan a combatir el estrés. La tensión se percibe con menor intensidad, lo que aumenta la capacidad de rendimiento y reduce el miedo a fracasar”, explica el Prof. Martin Korte, especialista en el cerebro de la Universidad Técnica Braunschweig. Las primeras pruebas de ello ya las presentó el psicólogo americano Dr. Harry Levi Hollingworth en el año 1939. El investigador de la renombrada Universidad de Columbia en Nueva York llegó en su estudio “La psicodinámica de la masticación” al resultado de que masticar relaja a las personas durante el trabajo.
Una opinión similar tenía un grupo de psiquiatras y psicólogos citado por el historiador Robert Hendrickson en su libro “Great American Chewing Gum Book” de 1976. Los encuestados indicaron que el chicle se utilizaba, entre otros, para relajar tensiones y como válvula de escape socialmente aceptada contra el enfado y la irritación, el acto de masticar permite que se “descargue agresividad” lo que disminuye la tensión. Estos conocimientos están respaldados por investigaciones modernas. En el año 2000 un equipo de científicos publicó los resultados de una serie de investigaciones sobre la mente humana realizadas con un método para la medición de las corrientes cerebrales. Los resultados muestran que masticar chicle tiene un efecto estimulante sobre el cerebro. Se estimulan zonas del cerebro que pueden tener un efecto positivo en la reducción de tensiones.
Un estudio científico actual en Australia demuestra además, que masticar chicle en situaciones agudas de estrés puede ayudar a reducirlo y a aumentar la capacidad de concentración y de rendimiento (energía). En el estudio los participantes fueron sometidos a estrés de forma artificial mediante la realización de un trabajo multitarea. El resultado fue asombroso, los que masticaban chicle demostraron ser un 109% más eficiente que los que no tenían chicle. Además, durante las cuatro etapas de la prueba, entre las que se probaban las capacidades psicomotrices, se mostraron un 16% más relajado. “Masticar chicle puede evitar que el organismo libere demasiado cortisol, una de las hormonas del estrés”, comenta el director del experimento, el Prof. Andrew Scholey del Instituto de Neurología de la Universidad Swinburne en Melbourne.